A las 22h el andaluz salió al escenario tras un precioso vídeo de intro que casi parecía una película. Comenzó con su canción "Está permitido" para seguir con "La escalera" de la cual cambió la letra y nos deleitó con un "quédate Madrid, quédate conmigo". Pablo hizo un repaso por las canciones de su nuevo disco durante el cual nos dijo palabras tan bonitas como "Es un lujazo poder estar aquí con vosotros", "Gracias por creer en mi música"...
El cantante, llegó a tocar hasta 5 instrumentos durante su actuación (bonjos, piano, guitarra, la caja y voz), que le acompañaban y hacían más ameno el tiempo entre canciones. Además, Alborán nos quiso demostrar sus dotes para el baile, tanto en solitario como acompañado de sus músicos con los cuales se marcó una coreografía. El cantante consiguió emocionar a todo el público con sus canciones, destacando su "Solamente tú"(la cual cantó únicamente acompañado de su guitarra, como en los viejos tiempos, y con la que el público reaccionó iluminando con móviles y mecheros), "Te he echado de menos", "Tanto" (que comenzó cantando de rodillas) y "Éxtasis".
Las pantallas del escenario no dejaron de mostrar imágenes en ningún momento, tanto del cantante como de ambientes que conjuntaban con la canción, incluso, durante una de ellas aparecieron imágenes del público que demostraron lo que Pablo puede llegar a conseguir, pues Las Ventas no paró de corear entre canciones un largo "Pablo, Pablo, Pablo"
Hay que destacar, sobre todo, la cercanía del cantante con su público, ya que se dirigió a este como "familia" en repetidas ocasiones; y el gran manejo de su voz para mantener las notas con su toque aflamencao'.
Pablo se despidió finalmente a medianoche a ritmo de bonjos y animándonos a continuar con él durante el resto de conciertos, no sin antes agradecernos nuestra presencia.
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